El ónix negro puede considerarse una piedra defensiva, cuyo efecto principal es levantar una barrera contra los acontecimientos y energías negativas que quieran llegarnos desde el exterior. Esta habilidad te permite perseguir tus objetivos personales con calma y sin interferencias. Como todas las piedras de este color, de hecho, el ónix negro absorbe la energía negativa para transformarla en positiva.
Aporta gran fuerza y permite que las necesidades y sensaciones del cuerpo afloren. Tiene la capacidad de agudizar nuestra concentración y empujarnos hacia la autorrealización.
A nivel emocional es una piedra altamente calmante, capaz de aportar sensación de estabilidad y seguridad, disipando la ansiedad. También nos ayuda a separarnos de hábitos, personas y estilos de vida que debemos eliminar. Es una piedra conectada al primer Chakra, es decir, el Muladhara (Chakra raíz).